¿Es España un país ruidoso?
La verdad es que nos cuentan muchos de nuestros amigos que viajan fuera que se nos nota a la legua que somos españoles.
Un español se diferencia de otro ciudadano europeo por la cantidad de ruido que hace y los gritos que da cuando llama la atención de sus amigos.
Pero ¿Somos en realidad tan ruidosos?
Quizás dentro del entorno europeo somos los ciudadanos que hacemos más ruido. En un bar español el ruido que hay es por ejemplo mucho mayor a un bar finlandés. Los gritos, el excesivo volumen de la música y las pantallas de televisión encendidas al mismo tiempo hacen que los sonidos se solapen y se produzca un ruido molesto que hará de nuestra estancia en el bar una experiencia un tanto desagradable.
Sabemos que el ruido produce irritabilidad y transtornos del sueño. Por ello, una casa poco ruidosa será una casa mucho más acogedora.
Después de una jornada laboral sólo queremos relajarnos y estar confortables en nuestro hogar. Y es llegar y: ¡zas! los vecinos de arriba pataleando o escuchando la música a tope, los de abajo dando voces por algún tipo de discusión y los de al lado dando golpes, lo cual hace que nuestro hogar no sea el lugar en el que podamos disfrutar de la tranquilidad deseada.
Es por ello que las soluciones de aislamiento acústico son las más demandadas en obras y segundas reformas.
Insonorizar de forma efectiva la casa, local o vivienda es primordial antes que la decoración y debe ser de lo primero en acometer cuando abordamos una reforma.
Lo más importante para reducir el ruido de nuestro hogar es:
– Ventanas y cerramientos de buena calidad.
Unas contraventanas adecuadas evitan muchos sonidos. Doble acristalamiento y refuerzos es lo básico. La forma de apertura como las ventanas batientes son mejor que las correderas. Factores a tener en cuenta son: La permeabilidad (que va a depender de los perfiles), el vidrio (en concreto, el espesor del vidrio, que debe ser mínimo de 6mm; además, podemos usar vidrios de varias capas que aumentan el aislamiento) y el material (el PVC, por sus propiedades morfológicas, aísla más que otros materiales, ya que actúa como amortiguador natural de las ondas).
– Orientación adecuada de las zonas de descanso.
A veces con cambiar la zona de la cama suele bastar para conciliar el sueño.
– Techos y paredes recubiertos.
Existen muchos materiales como lana de roca que aíslan muchísimo de los ruidos y también constituyen un aislante térmico. Las capas de cemento, plomo o ladrillo con un centímetro de grosor empleadas como masa para separar la vibración sonora del oído, aislarán más que otros materiales como el vidrio. Pero, si la vivienda ya está construida podemos recurrir a materiales como la fibra de vidrio, el poliestireno expandido, la lana de roca, la espuma de poliuretano, el PVC, el vidrio celular o las espumas fenólicas.
– Tejidos con consistencia son un truco para insonorizar una pared ruidosa o las ventanas.
– Cerrar puertas y ventanas adecuadamente.
A veces algo tan sencillo como cerrar estos elementos hacen bajar decibelios y crear un buen ambiente.