El efecto del ruido para nuestros oidos
El ruido y la pérdida de audición
Hasta hace muy poco tiempo la pérdida de audición no se relacionaba tanto con los sonidos a los que nos exponemos diariamente. Es relativamente reciente la protección hacia los ruidos exteriores. Todos los días estamos muy expuestos a sonidos pertenecientes al medio ambiente, a la televisión, la música, el sonido del tráfico, los aparatos en la zona doméstica y en los centros de trabajo. Se supone que estos sonidos diarios en los niveles que se producen no afectan a nuestra audición, pero eso no es del todo muy cierto.
La alta exposición a sonidos muy intensos y continuados puede ser muy contraproducentes para el oidoaunque duren poco tiempo.
Un ruido fuerte e imprevisto puede dañar todo el sistema del oído interno causando pérdidas de audición muy graves y en ocasiones irreversibles. Lo que sucede es que la pérdida de la audición en una persona puede no notarse en el tiempo durante muchos años. Se suele detectar de una forma brusca cuando la persona presenta ya dificultades que le impiden llevar una vida normal.
Quiénes pueden ser los afectados por pérdida de audición inducida por el ruido
Los niveles dañinos de ruido y su sobreexposición pueden suceder a cualquier edad, lugar y perfil de persona. Los adultos se encuentran más expuestos en sus centros de trabajo y en el tráfico. Pero lo peor es la exposición a sonidos desagradables en niños, adolescentes y personas mayores que son más vulnerables y no suelen tener protección como existen por ley en los centros de trabajo.
Las cifras son alarmantes: se estima que aproximadamente el 15 por ciento de los adultos en los Estados Unidos, entre los 20 y 69 años, tienen pérdida de audición. Son casi 30 millones de personas.
En Europa se calcula que el 15% de adolescentes de 12 a 20 años, comunicaron a sus médicos que no oían bien o sufrían un pérdida de audición sin tener conciencia. Según sus hábitos de vida podría ser por exposición constante a altos sonidos y a juegos recreativos
No es común que la pérdida de audición suceda por un sonido fuerte y traumática como una explosión o un fuerte impacto. Pero sí puede ocurrir poco a poco por la exposición continua a sonidos fuertes, como los ruidos generados por motores o en un taller mecánico o en cadenas de montaje sin usar protección.
Algunas actividades que pueden causar esa perdida de audición y son sonidos de alto impacto:
– Motores diesel
– Sopladoras y cortadoras de césped
– Conciertos, espectáculos y música alta
– Tiro al blanco, caza, cohetes
– Herramientas y actividades de carpintería.
– Escuchar música a volumen alto en auriculares
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