Silencio por favor
Cada día aumenta el ruido a nuestro alrededor y van a más los sonidos, creando un entorno insostenible del que todos huimos diciendo: ¡Silencio por favor!
¿Cómo enfrentarse al problema?
En la búsqueda de la quietud varios escritores han intentado mantener su búsqueda del silencio y hacen un llamamiento a gestionar la sociedad con menos ruidos. Algunos han llegado a enfrentarse al vacío, poniendo rumbo a la Antártida, buscando quedarse solos en un paisaje blanco envuelto de silencio.
Comentan quienes llegaron a estos entornos que la naturaleza permite huir del mundanal ruido y hasta de nosotros mismos, porque generalmente tapamos todo con sonidos. En cambio, cuando logramos enfrentarnos al silencio conseguimos conocer mejor nuestra existencia.
¿Cómo existimos en medio del ruido?
Con la radio, TV, música, móviles y demasiados canales, mantenemos nuestra mente ocupada y todos estos artilugios evitan que nos alejemos del bullicio constante de la vida moderna, quizá por miedo al silencio.
Todos nos aferramos hoy en día al móvil o vivimos entre los pitidos del tráfico, música en las tiendas y hasta se genera ruido en las redes sociales, creando un paisaje disonante que reclama un paso atrás para reencontrarnos con el silencio.
No es cosa nueva la aversión constante a la insonoridad, buscando permanentemente hacer cosas para apagar y esquivar el silencio propio de la inactividad.
Por ello, nada mejor que reflexionar sobre este tema, como Kagge que asegura que el cerebro permanece en un estado de caos natural y el silencio consigue tranquilizarlo. Otros pensadores con sus reflexiones y experiencias recuerdan, por ejemplo, que: “Los adolescentes necesitan ruido a su alrededor”.
Sin duda, podemos afirmar que los problemas de la sociedad se originan en el ruido y las apps más conocidas llegan a dificultar la vida con mayores inquietudes y frustraciones por esta necesidad.
Así, muchos jóvenes experimentan ansiedad y miedo al desconectar de las redes sociales o cando se quedan sin batería. Ante ello, se han realizado sesiones silenciosas con alumnos para probar la importancia del silencio en la salud mental y distintas dinámicas, también entre adultos.
Harley en una suerte de compresión respecto al tiempo dice, que: “El silencio es el antídoto contra esa compresión del tiempo”.
Sin embargo, los pensadores y teólogos reflexionan con mensajes sobre el silencio para transformar nuestras vidas, serenar la mente y ser más creativos desconectando del ruido del mundo.
¡Sobran las palabras, hay que callar construyendo el silencio!