Rehabilitación energética en edificios. Aislamientos

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El aislamiento térmico y acústico es una parte esencial de la rehabilitación de edificios y por eso es importante conocer todos los beneficios que ofrece cada tipo de aislamiento.

El aislamiento mejora la eficiencia energética de los edificios, lo que se traduce en un menor consumo de energía y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Además, el aislamiento acústico ayuda a reducir el ruido el molesto en la edificación, logrando mejorar la calidad de vida de las personas que viven o trabajan en el lugar.

En este artículo de European Acústica hablaremos sobre los diferentes tipos de aislamientos que se utilizan en la rehabilitación de edificios y explicaremos los pasos necesarios para la instalación del aislamiento térmico y acústico ideal.

También proporcionaremos información sobre las normas y regulaciones que deben tenerse en cuenta al instalar un aislamiento que mejore la eficiencia energética en edificaciones. 

Importancia de los aislamientos para la rehabilitación de edificaciones

La selección del tipo de aislamiento adecuado puede mejorar la eficiencia energética y acústica de los edificios, lo que se traduce en una serie de beneficios para los propietarios, residentes y/o trabajadores.

Aquí se incluye la reducción de costes de energía, la mejora del confort y la calidad del aire interior, y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por otro lado, la instalación de aislamiento térmico y acústico en edificaciones debe cumplir con ciertas normas y regulaciones, como las normas de eficiencia energética, seguridad contra incendios y calidad del aire interior.

Por lo tanto, es importante trabajar con profesionales que estén familiarizados con estas normas y regulaciones y que puedan proporcionar una instalación de calidad y segura.

Pasos para la instalación de aislamiento térmico y acústico en edificaciones con mejora energética

La instalación de aislamiento térmico y acústico en edificaciones es un proceso que debe ser llevado principalmente por profesionales capacitados, sin embargo, te diremos los pasos básicos para la instalación:

Inspección del edificio

Antes de instalar el aislamiento, es importante inspeccionar el edificio para determinar las áreas que necesitan ser aisladas y por lo tanto mejorar su eficiencia energética. También se debe verificar si hay problemas de humedad o moho que deben ser abordados antes de la instalación de aislamiento.

Selección del tipo de aislamiento

Después de la inspección, se debe seleccionar el tipo de aislamiento adecuado para la edificación. La selección del tipo de aislamiento debe basarse en varios factores, como el clima, el presupuesto y los objetivos de eficiencia energética y acústica del usuario.

Preparación de la superficie

Antes de instalar el aislamiento, se debe preparar adecuadamente la superficie. Esto puede incluir la limpieza de la superficie y la eliminación de cualquier material antiguo de aislamiento.

Instalación del aislamiento

Una vez que se ha preparado la superficie, se puede comenzar a instalar el aislamiento seleccionado. Esto puede implicar la colocación de paneles, rollos o soplado de aislamiento en las paredes, techos y pisos del edificio.

Es muy importante asegurarse de que el aislamiento se instale de manera uniforme y completa en el sitio.

Sellado de espacios y grietas

Después de la instalación del aislamiento, es importante sellar cualquier espacio o grieta que pueda permitir que el aire caliente o frío escape del edificio. Esto se puede hacer con masilla o cinta adhesiva especializada.

Verificación del rendimiento:

Una vez que se ha instalado el aislamiento, se debe verificar su rendimiento. Esto puede implicar la realización de específicas para identificar cualquier área en la que el aislamiento pueda ser insuficiente.

Beneficios energéticos del aislamiento en edificaciones

El aislamiento térmico y acústico ofrece muchos beneficios energéticos para los edificios y sus ocupantes.

Estos beneficios incluyen:

  • Reducción de costes de energía: el aislamiento térmico puede reducir el coste de energía del edificio al evitar que el aire caliente o frío escape del edificio.
  • Mejora del confort: el aislamiento acústico puede mejorar el confort de los ocupantes del edificio al reducir el ruido procedente del exterior o de otras partes del edificio.
  • Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero: el aislamiento térmico puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al reducir el consumo de energía del edificio.
  • Mejora de la calidad del aire interior: al sellar espacios y grietas, el aislamiento puede mejorar la calidad del aire interior al evitar la entrada de contaminantes del exterior.

Normas y regulaciones para la instalación de aislamiento térmico y acústico

La instalación de aislamiento térmico y acústico en edificaciones debe cumplir con ciertas normas y regulaciones. Estas incluyen:

  • Normas de eficiencia energética: los edificios deben cumplir con ciertas normas de eficiencia energética, como el Código Técnico de la Edificación (CTE) en España, que establece los requisitos mínimos de eficiencia energética que deben cumplir los edificios nuevos y renovados.
  • Normas de seguridad contra incendios: los materiales de aislamiento deben ser resistentes al fuego y cumplir con las normas de seguridad contra incendios.
  • Normas de calidad del aire interior: cualquier tipo de aislamiento no debe emitir sustancias tóxicas al aire interior del edificio.

Conclusión sobre la instalación de aislamiento térmico y acústico

Para concluir, podemos decir que el aislamiento térmico y acústico es una parte crucial de la rehabilitación de edificios y debe ser considerado cuidadosamente al planificar la renovación o rehabilitación de un edificio.

Por lo tanto, los propietarios deben trabajar con profesionales para seleccionar el tipo de aislamiento adecuado y garantizar una instalación adecuada que cumpla con todas las normas y regulaciones aplicables.

Al final, con la instalación adecuada del aislamiento, los propietarios pueden disfrutar de una serie de beneficios, incluyendo la reducción de costos de energía (eficiencia energética), la mejora del confort y la calidad del aire interior, y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.